Cuando se habla de kinesiotape o vendaje neuromuscular se refiere a un tratamiento realizado mediante la colocación de unas cintas elásticas adhesivas sobre la piel que logran mejorar la circulación sanguínea y linfática, ayudando a reducir significativamente la fibrosis generada después de una liposucción o lipectomía.
En este proceso, los pacientes juegan un papel muy importante en su proceso de rehabilitación. El propio movimiento que realiza al andar provoca que el kinesiotape genere un bombeo que estimula la circulación linfática durante sus periodos de actividad. De aquí la importancia de empezar cuanto antes a realizar algún tipo de ejercicio ligero como puede ser el dar pequeñas caminatas, siempre y cuando los puntos estén cicatrizados y el médico lo recomiende.
El kinesiotape nunca debe usarse sobre la incisión quirúrgica, sin embargo, el uso a su alrededor permite agilizar el proceso de cicatrización. De esta forma, se permite evitar futuras complicaciones por retenciones de líquidos y excesos de supuraciones en los puntos quirúrgicos.
La única contradicción es impedir el uso del tratamiento cuando exista riesgo de trombosis o cuando el paciente tenga problemas dermatológicos como dermatitis o alergias cutáneas.